TERMINANDO DE JUGAR A... MAGO LA ASCENSIÓN

Y con la entrada de hoy, el humilde amanuense que esto escribe da por cerrada la narración de nuestra reciente partida de Mago la Ascensión.



Tras dejar a nuestros compañeros hombres lobo nos pusimos en marcha en dirección a la mansión de Corbin Stapler, el rico coleccionista de gustos extravagantes, con el objetivo de recuperar la daga. Saltamos el perímetro de seguridad de la gran mansión, nos envolvimos en una niebla mágica y Aoki decidió controlar mentalmente una polilla para analizar el movimiento existente en el interior de la casa. Decidimos subir a los pisos superiores con unas cuerdas. Cuando ya casi habíamos subido todos, Sunderland y Harker tuvieron que ocultarse al ver una figura que se aproximaba con un extraño caminar. Consiguieron ocultarse y la extraña figura, sin revelar su identidad, desapareció.

Avanzamos por la segunda plaza, colándonos en diversas habitaciones. No se oía lo más mínimo, pero Aoki detecta presencias en uestro alrededor. Tras oír un ruido nos introdujimos en una habitación de la que parecía provenir el extraño sonido. Lo que allí encontramos nos dejó helados. Cintas de vídeo, instrumentos de tortura y múltiples rastros de sangre conformaban el panorama, que se repetía en otras estancias de la planta.

Decididos a desentrañar el macabro misterio, descendimos hasta la primera planta, donde encontramos un salón que contenía diversos objetos de colección expuestos en vitrinas. Pero faltaba la daga de una vitrina señalada con su nombre. En ese momento oímos un ruido en la cocina, en la que irrumpimos para comprobar que también estaba llena de sangre y diversos instrumentos de tortura. Bajamos hasta el sótano y allí nos sorprendieron cinco seres de pesadilla, unas masas de carne, brazos y diversos miembros humanos que nos atacaron. Tras conseguir destruirlos, llegamos a una habitación llena de miembros, carne y sangre. Una figura nos esperaba allí, una figura que había perdido lo poco que le quedaba de humano. Ataviada con una túnica roja, hacía gala de diversos apéndices y cuernos que salían de su cuerpo de forma antinatural.

El ser nos indicó que si habíamos venido hasta su casa para admirar su colección o para formar parte de ella. Se hizo un corte en el brazo con la daga ritual que habíamos venido a buscar, y en el charco resultante consigue introducirse, desmaterializando su cuerpo y desapareciendo de nuestra vista. Al momento aparece en otro punto de la sala y comienza el combate, puesto que obra en su poder la daga que buscamos. Harker destruye una parte del techo de la sala, haciendo que una inmensa pila de escombros y cascotes caiga encima de Aoki, trabado en combate cuerpo a cuerpo con el ser. Aunque Dorian consiguió coger la daga en un momento dado, el ser, apareciendo de un charcho, le agarró del brazo. Tras diversos ataques, una nueva pila de escombros que cae sobre el ser, dirigida por un Harker que empezaba a perder la cordura poniendo en peligro la estructura de la casa y el grupo, acaba con su vida. El cuerpo se deshace lentamente y mientras tanto, nosotros salimos con la daga en nuestro poder. Los coqueteos de Harker con la paradoja hacen que algunas grietas persigan al grupo en su salida de la casa, en un efecto perverso de la paradoja.

La daga tiene grabados unos símbolos que no conocemos. Mientras examinamos el objeto, vemos como parte de la casa se hunde ante nuestros ojos. Decididos a averiguar todo lo respectivo a la daga, nos dirigimos hacia la Universidad, pese lo intempestivo de la hora, para enseñarla al profesor Sullivan. Cuando llegamos allí comprobamos que varios Ford Lincoln están aparcados en las cercanías. Al momento, una explosión arranca la puerta de la casa de Sullivan y comprobamos como varios hombres corren perseguidos por Victor Sanders. Éste nos indica que él conseguirá ayuda, pero que los coches no pueden escapar.




Perseguimos a los dos Ford Lincoln de la tecnocracia. Se inicia un tiroteo. Nuestra luna delantera salta hecha pedazos. Harker destroza con sus poderes mágicos una llanta de uno de los dos coches, que al perder el control se abalanza hacia nosotros. Dorian consigue controlar nuestro vehículo, mientras que vemos como el otro coche cae por una brecha recién abierta. De nuevo, los terremotos comienzan a asolar la ciudad.

El Ford Lincoln restante se introduce en un almacén. La persiana se cierra, y aunque intentamos endurecer el coche mágicamente, fracasamos. Dorian acelera y llegamos justos. Chocamos con el otro Lincoln y debemos salir rápidamente porque el coche, de nuevo por un fallo de la paradoja de Harker, se está licuando. Nuestro coche parece de goma momentos antes de quedar reducido a un charco. El almacén está en completo silencio y en la oscuridad.

De repente se encienden las luces y comprobamos cómo estamos rodeados por soldados del doctor Himitsu. Algunos son inusualmente grandes. Vemos como el doctor Sullivan está entre ellos, hecho prisionero. Aunque intentamos hacer magia, nos sentimos pesados y nos vemos incapacitados para realizar hechizos. La contramagia es muy poderosa. Se abre una puerta y vemos aparecer al Doctor Himitsu. Nos inmovilizan con esposas mágicas y nos llevan a una habitación.

Las sillas se licuan cuando se sienta en ellas Harker. Nos despojan de nuestras pertenencias y tras pasar varias horas, vemos aparecer a Himitsu y Sullivan, con los tubos metálicos que contienen los tapices y con la daga. Himitsu nos indica que él sólo busca proteger la ciudad, y por ello la Tecnocracia debe controlar la ciudad. Con el tapiz en su poder, podrá invocar a la verdadera araña Cobb, y no el sucedáneo que intentaron crear con Norna. Nos explica el ritual: con el tapiz en su poder pondrá la urna sobre la tierra no corrupta, vertiendo sangre con la daga la urna se abrirá y alguien podrá ser la araña, sacrificándose por San Francisco.

Cuando Himitsu aún no había concluido su explicación, una explosión y un haz de luz nos muestra que el almacén está siendo atacado. En ese momento aparece Victor Sanders, que junto con la ayuda de otros magos nos ayuda a liberarnos. Comienza un tiroteo. Entre el caos intentamos dirigirnos hacia los objetos, aunque tres figuras se interponen. Aunque somos heridos en la refriega, finalmente conseguimos recoger los objetos y retirarnos.

Salimos de allí y decidimos llamar a Health Labs. En el edificio central nos reunimos con William, quien nos indica que tendremos que hablar con el director de la empresa. Subimos hasta la última planta, donde se encuentra el gigantesco despacho, con grandes cristaleras que generan un amplio y diáfano espacio. Sentado en un gran sillón está el señor Harley. William se adelanta y le indica que estamos allí. Al momento salen varios científicos que se llevan los objetos. Harley nos indica entonces que Mark, nuestro compañero, debe cumplir su papel, algo de lo que nosotros nada sabemos.

Entonces Harley nos explica que cuando nació Mark, comprobaron que su sangre se correspondía con los requisitos. Era "la sangre de los hijos de la Araña", como reza la inscripción de la daga. Otra persona, Norna, consiguió escapar de las garras de Health Labs, aunque ya murió. Era la hermana de Mark. Harley es claro: "tú vas a ser el sacrificio, pero no vas a salvar la ciudad sino que vas a estar a mis órdenes". Se llevan a Mark mientras nos retienen mágicamente.

William, asombrado por la traición, ataca a Harley y el resto conseguimos liberarnos, aligerada la presión mágica sobre nosotros. Dorian, manipulando el fuego, acaba quemando toda la moqueta del despacho, y Harker, lanzando un escritorio por los aires, consiguen deshacerse de los esbirros. Mientras estas acciones se producen, Harley alcanza el ascensor. Aoki llega justo cuando las puertas se están cerrando, consigue abrirlas y de un salto, se lanza a la parte superior del ascensor. La fuerza del impacto rompe los cables de acero del ascensor. Este comienza a caer pero se frena mágicamente al final. El resto del grupo bajamos flotando por el hueco del ascensor justo a tiempo de ver cómo un coche escapa desde el subterráneo llevando a Mark.

Sabemos a donde se dirigen. Tras haber tenido todos los mapas en nuestro poder, sabemos que el tercer punto de poder al que han podido dirigirse es el santuario de los hombres lobo. Allí se realizará el ritual. Nos dirigimos hacia allí con William. Al aproximarnos encontramos por el camino varios camiones de Health Labs con bidones tóxicos diseminados por la zona. Hoggarth, nuestro viejo conocido de los hombres lobo, aparece en el camino y para nuestro vehículo. Nos indica que su poblado ha sido atacado, al igual que el santuario, con gas venenoso. No encuentra a Abigail, por lo que piensa que puede ser que se encuentre en el santuario, defendiéndolo del ataque.

Dejamos el coche y seguimos a Hoggarth. Finalmente encontramos a Abigal tumbada bajo un árbol, inconsciente. Aoki la ayuda a recuperarse y esta nos confirma que el poblado está siendo atacado. Nos acompaña al santuario, donde sabemos que se están produciendo los diversos rituales. Cuando llegamos allí, encontrmaos en el centro del círculo de piedras a Harley. Sobre el altar está el cofre y la urna. Harley sostiene la daga, con la que amenaza el cuello de Mark. Cinco esbirros vigilan.



Tras una breve lucha, William se abalanza sobre Harley y Mark consigue soltarse, cogiendo la daga. Dorian crea un círculo de fuego para protegerlo. Mientras tanto, Mark se corta en el brazo con la daga y vierte su sangre sobre el cofre, que se abre, mostrando un líquido negruzco en su interior. Harley consigue apartarnos y abrirse paso en dirección a Mark; William se interpone y Harley le atraviesa con sus manos. Aprovechando que Harley está inmovilizado, con sus manos en las entrañas de William, Aoki y Harker se lanzan contra él, dando el tiempo justo para que Mark apuñale definitivamente a Harley.

Tras esto, Mark comprende que su destino es salvar a la ciudad de San Francisco. Bebe el líquido y cae al suelo, apareciendo un aura que va tomando lentamente la forma de una araña gigantesca. El resto comprobamos cómo va pasando lentamente a la Umbra y al momento cesan los terremotos. San Francisco se ha salvado y la araña volverá a tejer su tela impidiendo la penetración del Caos en la ciudad.


Frases para el recuerdo.

"Nos hemos cargao cinco cacharros" Mark.

"No forcemos. Somos magos, pero estamos empezando". Sunderland.

"Suelta ya el talisman curatorio. Que vas a ser el más rico del cementerio". Sunderland a Aoki, por asuntos curativos.

Comentarios

  1. Y así termina la campaña de Mago: La Ascensión. Me quedo con ganas de más, porque creo que al final era cuando más cómodos nos sentíamos con el estilo de juego. Pero en cualquier caso, disfrutamos de un buen final, con sacrificio de un compañero de por medio. Tendremos que preguntarle al máster por los finales alternativos o por las ideas desechadas por falta de tiempo. A ver si se anima y le publicáis una entrada en el blog con "la versión del director".

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  2. Me uno a la petición de Guillermo Ruiz. Convendría que el master desvelara algún tipo de spoiler y metraje deshechado.

    Aquí está el blog abierto para sus comentarios.

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